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"... el bibliotecario protege los libros no sólo contra el género humano sino también contra la naturaleza, dedicando su vida a esta guerra contra las fuerzas del olvido"
Umberto Eco

BRAVO BAÑÓN, María Teresa


María Teresa Bravo Bañón

Alicante-España//Vila-seca-Tarragona-España


Obra publicada:

Sombras de la Razón, Colección Ibn Gabirol, Málaga 1981 Prólogo de Dionísia García.
Entre las Crines del Viento, Editorial Salobe, Málaga 1984.
Liturgias del Crepúsculo, Pliegos del Crotalón, Colección de Víctor Infantes, 1985.
Invitación a la metáfora, Editorial Málaga-Marruecos, 2005 Prólogo de Juan Carlos Conde, Profesor Medievalista (Bloomington, Indiana, Estados Unidos)
Es un crimen talar el almendro florecido, Editorial Silva-Tarragona, 1985. Prólogo Ernesto Kahan Premio Nobel de la Paz 1985.
Violeta Malabar, Beaumont Editores, Usa 2010. Prólogo de Roxana Eldvrige- Thomas y Epílogo de Francisco Azuela


BREVE SELECCIÓN DE OBRAS

DE “INVITACIÓN A LA METÁFORA”

AIXA EN EL PALACIO DEL LETARGO

El pasamanos de la escalinata se estremeció
por el leve roce de aquella manita
tan semejante a la de otras reinas niñas
que antiguamente fueran conducidas al Palacio
para soportar la solemne servidumbre de la
púrpura


Ingrávidas gárgolas susurraban entre ellas
sobre qué princesa habría retornado del olvido

para ser de nuevo celebrada por trovadores
del Langüedoc, de Occitania o de Provenza.

La estatua ónice del Caballero San Jorge
trasparentó dos gotas de rubor en sus mejillas
ante aquella evocación de su dama-niña
rescatada.
Y allí, amparados bajo la luz rosicler de la tarde,
una mariposa se posó en sus cabellos de hada
...Y me volví para Aixa, un ramillete de poemas
para la gloria y el gozo de vivir ese instante
suspendido eternamente en la memoria de su infancia


CARTÓGRAFOS DE LA QUIMERA

Entre tú y yo
un manantial de secretos

abrazando los jazmines
de dos orillas imposibles

Entre tú y yo,
la lumbre, la música, el vuelo
y el remo de la barca que acaricia
nuestras dos orillas imposibles.


DE ES UN CRIMEN TALAR EL ALMENDRO FLORECIDO

Y se murió de espanto
cuando amados violines
volvían a brotarle por sus venas.
A la memoria retornaban :
que ya no había remedio; ni placebo
¡Para vivir hay que vivir en carne viva¡.
Huracán fueron sobre su cuerpo,
desabrochada la conciencia ,
desnuda la expusieron.
- sin un jirón de piel con qué cubrirse -
Ni del corazón quedó rincón
que no le fuera sacudido .

Y tembló por los relojes a galope.
Y tembló por su sangre florecida.
Y tembló por la tala de sus ramas.


HORMIGAS CON ALAS

Siempre escribía cartas.
Era una mujer pegada a una carta,
en donde descoserse
en la pura banalidad de lo cotidiano.
Las perfumaba - ñoñamente-
con dos gotas de ternura,
como esencia de rosas o de florecillas
silvestres de sus campos.

Cartas:
Pedazos de ella que volaban a lugares lejanos.
A veces fueron puntos de palanca
para levantar la esperanza al que las recibía.
Cartas de amor, todas
-impregnadas de sus dedos de tizas de colores-
Cartas que tuvieron el silencio por respuesta.
-¡Pobres hormigas con alas que se creyeron su vuelo¡.

EL ADIÓS
Al partir serán estas mis últimas palabras: me voy, dejo mi amor detrás
Tagore

Descalzo atravesó la orilla mártir del mar,
comprendí su rito .
Me aparté unos pasos para permitirle
la intimidad exigida a su instante de recogimiento
Parecía un antiguo marino de Tarraco
susurrando plegarias a unos dioses
que ya ni recordaban
sus preces en la “mater lingua”.
Se ungió los pulsos, las sienes,
la frente, el pecho…
como una ablución ancestral, ignota
para los no iniciados .

Rozó guijarros negros,
como el que acaricia los cabellos
azabaches de un niño dormido.
Volvió su rostro con un extraño rictus de tristeza,
un dolor avecinado que entonces no supe comprender .
Ahora sé cual era su lacería,
su terrible punzada y su lágrima secreta :
lloraba por dejarme allí, a su pobre gaviota,
extraviada entre el vaho de la niebla,
sabiendo que nunca acertaría la ruta de regreso¡.



EL ABRAZO

Nunca me sentí tan mortalmente sentenciada,
ni que en aquel certero tajo de perderte
se me fuera la vida a borbotones.
Pero tus brazos fueron el mismo nudo marinero
con el que un atardecer me abrazaste conmovido,
entre un bosque de mástiles acunados.

Por eso no pudiste irte:
seguías leyendo en cada renglón de mi piel
cuanto amor te tenía .
Nunca en un abrazo he dicho tanto.
Nunca en un abrazo me he sentido tan amada.


DE VIOLETA MALABAR


BESO
Cuando llegue a tus labios y los bese
te dejaré la tinta del opio de mis versos .

Trinos en la aurora
Me diluí en tu delicada canción de lluvia
- mismo remolino-.
Besamos terciopelo de musgo
y caminos de babosas .
Jugamos a ser espejos en los charcos,
los pájaros nos bebieron:
mañana seremos trinos en la aurora.


TU ÁRBOL

Ve hasta tu árbol:
te dejé un anillo de luz :
mis vivos brazos están en su corteza.


MI BRÚJULA

Tu abrazo es el punto cardinal
de toda ida y retorno en la ruta de mi alegría .
Mi Norte está en la estrella Polar de tu pecho,
más allá no existe
ni cénit, ni nadir
para mi boca .

3 comentarios:

Gabriela Bruch dijo...

hermosos textos , me gustaron mucho los poemas breves...gracias por tu poética

abrazos

gabriela bruch

Anónimo dijo...

¡¡¡FELICIDADES, AMIGA!!!
Un beso enorme, Juani.

Jorge Fernández Pastor dijo...

PRECIOSO!
SIEMPRE ILUMINANDO CON TU POESÍA Y TU SONRISA.

BESOS

tu solitaria de la noche