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"... el bibliotecario protege los libros no sólo contra el género humano sino también contra la naturaleza, dedicando su vida a esta guerra contra las fuerzas del olvido"
Umberto Eco
"... el bibliotecario protege los libros no sólo contra el género humano sino también contra la naturaleza, dedicando su vida a esta guerra contra las fuerzas del olvido"
Umberto Eco
COSCIO, Lucrecia
Lucrecia Coscio
Salta-Salta-Argentina
Obras publicadas:
- Los Subsistemas del Caos, Poesía, 1997, Editorial Gofica. Salta
- Ostras Sismos, Poesía, 2009, El demiurgo. Salta (Libro de Artista)
OBRAS
SELECCIÓN POÉTICA
Ellas, dieron a luz ángeles
con alas de gallinitas, meninas,
bufones y demonios
... entonces fueron expulsadas del Paraíso
ENTRA LA QUE ESPERA
Tintinea la penumbra
retozando en cualquier ataúd;
destejiendo el tejido
a Nélope, despojada
de sus propios sueños
Cada tarde ser un punto efímero
que perdura en el tiempo
hasta tu sexo
Tejiéndolo con mi vida
mientras ocultan los profetas
que Nélope mentía.
(DETRÁS DE LAS REJAS DEL TORNO)
SE ASOMA JUANA
A la sombra
del ombligo del gigante
que de niña, me dormía
hasta las constelaciones
de los sueños.
Dejarte entrar al jadeo
del valle más oscuro del nectario
y sucumbir
al aroma de tu piel de lluvia
sobre el crujir de mis terrenos.
Durante la gran sequía,
la tentación de la descendencia
o simplemente...
de tu cuerpo.
Pecarte
al tintineo de tu brisa
sobre mis colinas,
al respirar de una corola
entreabierta por los siglos.
ENTRA EL PRESTIDIGITADOR
En esta habitación
Conviven, promiscuamente,
nuestras miradas impávidas
Hera, Prestidigitador
de las vidas
(y las muertes)
Ocupante recóndito
de las casas
del pueblo
Vengador atroz
de los ignotos,
ante el altar mordaz de la risa
Vendedor
de almanaques miserables
Entran los hegemones
Fuera que vientre
entre que hiere
los hegemones
empotran guillotinas
y envidio a las gallinas
tornasoladitas por el sol
picoteándole mañanitas
al rey david
dentre los vientres
de sus madrecitas
ya no quieren salir los niñitos
erigen calumnias
sobre la prole
Los hegemones:
bienaventuradas
las gallinitas
retozando
la siesta dorada en barniz
LA SALA DE DÍDIMO
la piel tersa
desestriada
acelulítica
sonrosada...
el entretejido
de mis piernas nacaradas,
al soplo de las luces
que me escarchan,
celulitis abueladas
madrestriadas
palomitas de escuela
al escarnio de las telas
de los sastres
sin lunas, mis vecinas,
ni cometas...
barnizadas en pócimas secretas.
Esculpidas rodillas al crepitar
de las ideologías.
ENTRA EL ABASTERO:
Vendo la historia en fascículos
escritos por minúsculos escribas
derramando su tinta
en tus caderas
Vendo la seda del gusano;
que ha depurado los puntos negros
de la existencia.
ENTRAN LAS MUSAS Y LOS NIÑOS
Esta ciudad (pensé) es tan horrible que su mera
existencia y perduración, aunque en el centro
de un desierto secreto, contamina el pasado y el
porvenir (...) J.L.Borges.
Si el fin de toda miseria fuera
de toda angustia ,
de toda tristeza…
Persistir las musas en dormir,
flotarse unas a otras.
rascarse las cabezas
con la peineta dorada
de María Antonieta
Pantano Austero
que nos abraces
unos a otros
No deben dormir los niños,
nosotros tampoco
muletas,
compraremos,
de acrílico.
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2 comentarios:
Qué poemas, amiga, qué bellos.
Bellísimos poemas, Lucre. Prístinos, como dice un amigo.
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