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"... el bibliotecario protege los libros no sólo contra el género humano sino también contra la naturaleza, dedicando su vida a esta guerra contra las fuerzas del olvido"
Umberto Eco

TOVAR TORRES, Guillermo

Guillermo Tovar Torres

Cali-Dpto. del Valle del Cauca-Colombia//Palmira-Dpto. del Valle del Cauca-Colombia


Antologado en
*Un poema a Neruda (Chile-2010)


OBRA

SELECCIÓN POÉTICA

AMÉRICA ES UN INDIO DORMIDO

Descubro el indio que soy
En mi alma que tiembla al golpe del tambor,
En el cóndor que ilumina el espacio gris de mi mirada,
la trocha en el viento que me llama,
mi corazón que llora el humo de aldeas desoladas
y sobre todo,
este secreto de amor que me despierta al alba.

¡América es un indio dormido!

No le pongan zapatos para desmembrarle la tierra,
No saquen el agua de sus venas para embotellarla,
No pavimenten los caminos para tapar sus huellas,
No pongan número a sus células.

No podrán las torres más altas remontar el alma,
Más allá que los bohíos de paja,
Ni la cruz arrancar la piel de las coronas
Ceñidas en las sienes victoriosas del Mapuche,
No derrumbarán las manos tocadas por el sol
de los Aymara,
Jamás podrán las espadas y fusiles
Traspasar el pecho Inca de piedra y de leyenda
Con que respira América en el glorioso Machupichu.

No violarán su vientre de Chibchas y Caribes
Para fecundar hombres de piedra,
ni amputarán sus poderosas piernas de Aztecas
para sembrar tugurios bajo las muletas.

No podrán desprenderle el corazón
Ni arrebatar su valioso pectoral de tierra,
No quitarán sus ropas ni vaciarán sus vasijas,
Para lucirlas como trofeo de la iniquidad del hombre
En el frío mordaz de los museos.

¡Despierta, levántate América!

EL ÚLTIMO VERSO ANTES DE LA TIERRA
(Dedicado a Alfonsina Storni)

Apenas en susurros,
Sobre el silencio de la noche
Y desde las escolleras,
Con las sombras profundas y la mar como auditorio,
Declama Alfonsina su último poema.

¡La muerte espera con las manos abiertas!

Delante de ella sus profundas huellas,
Húmedas hasta hoy,
Hasta mañana frescas sobre la arena.

El viento reparte su voz a manos llenas,
Su figura es grieta de luz frente a tanta soledad,
Su pena es grito perforando la tierra,
Y su falda inconmovible,
Entre el furor de cadenas expectantes,
Platea victoriosa, Inmensamente libre.

Ahora el último aliento,
Antes de que el cáncer consuma el retal de la consciencia,
Antes de que llegue el miedo,
Antes de que el ácido asesino corroa los últimos versos.

¡Que sea poesía el último destello de la vida,
Para que sea vida la primera sombra de la muerte!.

AURORA DE LA NOCHE

Son las seis de la tarde en el cuerpo...
mugen los toros de la vida en los gélidos corrales
marcando el paso inexorable de la parca,
los sabios búhos desperezan sus alas
haciendo de la noche su día y de la sombra
una luz en la que posan su mirada,
y tú, Diosa a la que te prohiben mis tiempos
llegas bajo el trigueño resplandor de la tarde,
y vas subiendo, y vas subiendo, y vas subiendo
como nocturno sol desde los abismos de mi vida
hacia las más elevadas cimas de mi alma;
aún temprano me llamas para vivir la muerte,
pero tan tarde para mirar tu alborada.

Y haces las cinco de la mañana en el alma...

Cantan cucaracheros de amor en los aleros del tiempo,
desnudas la vida, como el sol a las montañas,
vas alumbrando con tu imagen estancias de luces apagadas,
se llenan mis trigales de sueños y rocíos,
y entre la vida y la muerte, entre la noche y el día,
bordan extraños lenguajes las arañas.

Sol que iluminas mi luna y luna que ilumina mis cimas,
detrás de ti volvieron los campesinos a surcar mi tierra,
volvieron los niños a disfrutar de los ríos
y caravanas de madres sonrientes van subiendo mis montañas,
voy sembrando mis palabras en tus huellas
de las que espero un día cosechar auroras invencibles,
voy subiendo a la cima de un segundo de luz
en el refugio de tus brazos,
para alumbrar el camino que desde mi noches
me devuelva a mi días.
y desde la muerte, me devuelva a la vida.


UN LUCERO ENTRE EL FOLLAJE

Todos los días viene la aurora a secuestrarme
se resbala lenta entre los matorrales
despierta a grito de luces los sonidos de la selva
y para encadenarme
simplemente me devuelve la conciencia.

Camino dentro de mi mismo para sentirme libre...

¡Hay tanta humedad en mi alma
y tan escaso abrigo en la esperanza!.

Sueño vivir sueños que no me engañen
que no terminen incrustados
como palomas ciegas en los alambres de púa
que no se tornen en lunas de piedra bajo las alas.

Anhelo ser tan suntuoso
como para obtener el derecho de ir a la tienda
a comprar una caja de fósforos, recorrer a pié los andenes
donde estorban deliciosamente
los vendedores ambulantes.

Pienso en el agua que no bebemos voluntariamente,
en el libro que no leemos voluntariamente,
en el abrazo que no damos voluntariamente.

Pienso que en la dimensión de la libertad,
no sólo está lo que nos podemos dar
o lo que podemos recibir,
libertad es también lo que podemos dar
el amigable saludo al vigilante
el oído al niño que llora,
la mano extendida a quien no tiene manos,
el camino abierto a quien perdió los pasos.

Pienso también en los secuestrados
que viajan por el mundo sin cadenas
con la mente prisionera a la libertad diagramada
en los volúmenes de historia.

¡No hay mayor prisión, ni más eterna
que aquella en la que nos sentimos libres!.

Duelen el vuelo del pájaro y el viaje del río la inmutable libertad de la luna los diversos pasos del camino.

¿Y de qué sirven los pies y los pasos
que me llevan todos los días al mismo sitio
y a la misma condición?,
¿de qué la boca y las palabras
que viajan sin sentido a orejas sin oído?,
¿de qué los relojes marcando los segundos
si al comienzo y al final del día
yo seguiré siendo un secuestrado?,
¿de qué la vida detenida como la muerte
y de qué la muerte si la vida es muerte con heridas?.

Aquí estoy con el dolor del mundo
traducido al idioma universal del llanto
entendiendo y expresando claramente,
la desesperanza en inglés,
en francés, en español,
en quechua o en Wayuu.

Llega la noche...
cierran los alambres de púa,
ponen puerta a los candados
y voy quedándome dormido con los ojos fijos
en la titilante piel de un lucero solitario
punto de encuentro de mi cansancio con la mirada
de los poetas, de los soñadores del mundo, de los seres que amo.
Tal vez un día
antes de que nuevamente vuelva el alba a secuestrarme,
llegue una sombra a rescatarme de la vida
o una luz a despertarme de la muerte.


HOY ES UN BUEN DÍA

Hoy es un buen día ...

Una mariposa lleva incrustado
un horizonte entre sus alas,
cuarenta millones de hormigas
llevan un elefante sobre sus espaldas,
el mar levanta la mirada
para contemplar el vuelo de las gaviotas,
el picaflor besa la flor,
y la flor responde con su corola estremecida,
En el desierto siguen cantando los jilgueros,
y las gotas de rocío ensayan ser lluvia para la tierra,
el pájaro carpintero insiste en perforar el poste
sintiendo que a lo mejor es sauce que no florece
o ceiba que perdió las hojas.

Hoy es un buen día para soñar...

Porque ser grande, no incomoda para crecer,
ser anciano no estorba para nacer,
porque ser ciegos no nos impide ser la luz
ser inválidos no nos impide ser el cielo,
ser sordos no nos impide ser sonido,
porque más allá de la bondad y la excelencia, más allá de la virtud y la vida más allá de la paz,
un apacible lugar, espera.


SOBERANÍA

Desde que eres silencio y sacaron tu nombre de la tierra
ya no eres grano de café tostado en toldas de esperanza
ni tallo de caña gimiendo en los trapiches,
en donde hombres y bueyes,
sudan caricias de azúcar y panela
en el ardiente lecho de la paila .

Ya no eres luna ni soles de maíz
iluminando al universo desde el patio de la chacra.

Desde entonces,
Hay meridianos de piedra que instituyen distancias,
paralelos de cuero que no admiten semejanza,
islas que viajan con su veinte de julio en la nostalgia,
esa es la cuadrícula que diagrama el cuerpo de la patria.

Cruza el meridiano ochenta y dos el mar de lágrimas
que representa la confrontación de los pueblos
las fronteras son manos que unen o cuerpos que separan
según el gobernante que las utilice.
Patria es el sueño que dejas volar entre tus manos, el camino que transitas y el paso que te recorre,
el universo que cabe completo en tu corazón,
o la minúscula partícula de polvo que eres y en la que puedes ser
en la que tu mata de escoba es tan importante como tu orquídea,
y un lodazal en tu Chocó, tan visible
como un pozo de petróleo en tu Barrancabermeja.

Cada hombre es un pueblo bajo su norte y sobre su sur,
entre el oriente y el occidente de sus sueños,
su himno es el acorde que incita cantar en su alegría
o la queja interpretada bajo el mudo vuelo de sus dolores;
su bandera es del color de su cobija o su cortina,
del mantel que adorna la mesa llena de inconsciencia
o del que cubre la resignación entre las tablas vacías.

¡Que no te extrañe, que no te asombre entonces!

Ver ondeando a plena asta sobre la Casa Blanca de un niño,
sobre el Palacio de Miraflores de un mendigo
o sobre la Casa de Nariño de un indio
los humanizados pliegues de una hoja de periódico.

¡Que no te extrañe, que no te asombre !

Sentir tu patria en los bullangueros acordes de un porro,
en el impetuoso ritmo del pasillo,
en la cadencia sutil de la morena cumbia,
en el acompasado viaje del bambuco
o en el agudo son de un espigado silbo.

O al ritmo quizá de corazones cansados
después de que el hambre destrozó la gloria inmarcesible,
y acalló la injusticia el júbilo inmortal,
sentir tu patria aunque sublime, desangrada,
en los pedazos de un himno que recoge la esperanza...
¡Cesó la horrible noche, el bien germina ya!

COBIJA FRÍA

¡Lo que das, es una fortaleza de tu vida!...

Es un ejemplo que nos dan la piel
y la cobija fría:

La piel da calor a la cobija fría,
y la cobija caliente de piel;
calienta a la piel.


ANIMAL DE FUEGO

Olfateo el aire.

El viento me trae tu olor a tierra desbocada,
Gruño tu nombre para desorientarme,
Para perder la razón.

Cruzo el río de lava que incinera mis arterias.

La noche se llena de cuartos menguantes
Entre los matorrales,
De animales cayendo sobre las piedras,
Sombras que se desbocan por sus cascadas de piel,
Gotas de bestias cayendo,
Diluyéndose en estertores ominosos.

Olfateo el aire.

Te siento cerca,
Te oigo cabalgar en mis potreros.
Orino en esta jungla de locura para marcar tu territorio en mí.

¡Hay tanto de génesis en el lunes de tus pasos!.

Vengo animal,
Vengo líquido y fuego a visitarte,
A tocar en tu caverna de piel.

¡Abre la puerta!

DE MENDIGO A MENDIGO
Era un mendigo
de aquellos que llevan en su espalda
la miseria mundanal,
en trastos sin fondo y retorcidos,
en periódicos viejos que hablan de paz y de homicidios,
en tarros de leche vacíos,
en pedazos de pan por el tiempo endurecidos;
en pos de una moneda me tendió su mano,
Perdón señor....le dije.
Soy un artista colombiano;
entonces sonrió,
con esa sonrisa que tiene el vencedor
ante aquel al que ha vencido.
Hurgó en sus bolsillos sacando unas monedas
me las dio y dijo...
cómete un pan por primera vez,
Pobre Mendigo.

ENCUENTRO
Quiero sentarme a conversar contigo en la mitad de una sonrisa,
Mirar el mar de la vida embravecido en el tiempo que dejamos
pero plácido y sereno en los umbrales del siguiente ocaso,
dejar que el sol de tu mirada descubra mis sombras
y alumbre las luces de mi vida;
recoger los versos que dejé abandonados al final de un poema
para gritarte un silencio que nunca dije,
bañarme con el mar,
ungido por tus labios en cada gota de saliva
y ascender a las cimas de mi vida
desde el inmotivo sutil de tus rodillas,
pasar por tu piel y terminar montado
en el más insonoro de todos tus suspiros.

Escúchame cantar, siénteme escribir un poema
que tiene por esencia y por título tu nombre.

Sobre los pliegues de un silencio estoy pintando tu presencia
Plácida y sutil, erguida y permanente.

Quiero moldear una escultura con estructuras de sueños,
que tenga inmersa en sus formas la fortaleza que produces,
Quiero amarte sobre las tristezas del mundo
y conservarte como el más profundo de todos mis principios.

Quiero desearte sin fuego y poseerte sin poder,
que nuestros cuerpos sean la yesca
generando la fogata que entre virutas de sueños
liberen vuelos de amor junto a las aves del placer.

Vuela, vuela, vuela libre y ven a mí si quieres,
y cuando estés en mi...Vuela, vuela en mi....
recuerda que en los recintos del amor
hay un espacio para llegar y otro para remontar el vuelo.

Voy a pararme en las letras de tu nombre para mirar el cielo,
voy a encontrar en tu esencia los bordecitos del mundo,
voy a encontrar en tu luz lo que me falta de ciego
y en tu cordura lo que me falta de loco.

Voy a encontrar en tí, lo que me falta del mundo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te felicito son estupendos y hay que ser buen colombiano para entender el significado de cada palabra,me gustan.

Anónimo dijo...

Guillermo es un león que ruge silencioso lanzando al mundo sus poemas. Bravo poeta. Yo te he visto crecer y llegar a la cumbre con tus versos.
MARA CASTELL